Lo bueno y lo malo de Cats, la película
Por Omar Carrasco. 2 de Enero 2020
Mucho se ha hablado sobre el estreno de la pelicula CATS, desde el pasado 25 de diciembre del 2019. Una apuesta del director de cine Tom Hooper para retratar un clásico, con música compuesta por Andrew Lloyd Webber en 1981, dirigido originalmente en teatro por Trevor Nunn y coreografiado por Gillian Lynne. Hasta ahora es el 4to musical más longevo en la historia de Broadway con 18 años en cartelera y 21 años en el West End de Londres. Razón suficiente para que se especulara demasiado sobre esta nueva versión que, si bien es cierto, tenia que ser cuidadosamente adaptada para llevarla al cine, desgraciadamente para muchos, dicha adaptación fue mala, para otros buena y para otros, simplemente quedo a deber.
A continuación, detallamos lo que consideramos lo bueno y lo malo de la adaptación, así que si no la has visto: ¡Spoiler Alert!
LO BUENO
Ian McKellen
Ian McKellen (Asparagus) en esta cinta da muestra de su gran versatilidad y experiencia como actor, y aunque su participación es pequeña, en todo momento vemos un gato entrañable, más allá del viejo gato actor de teatro (personaje), sus expresiones, interpretación y movimiento son dignos de una nominación al Oscar.
Hilo conductor: Gata Victoria
Este personaje logra llevar de la mano al público a través de la historia, que en su versión original (teatro) es difícil de entender. Es un acierto haber creado este nuevo desarrollo del personaje, ya que permitirá ser fácilmente comprendida. Personaje interpretado por Francesca Hayward, bailarina principal del Royal Ballet en Londres, quien hace una participación plana al cantar y actuar, pero bella al bailar.
Bailarines Actores:
Definitivamente CATS es un musical que debe ser interpretado mayoritariamente por bailarines con muy buena técnica vocal y actoral. En esta versión, son algunos de estos actores bailarines los que destacan, particularmente el gato Mistoffelees, un personaje con un pequeño twist del personaje original, pero bien representado por Laurie Davidson. Y el gato Skimbleshanks, definitivamente un excelente bailarín de profesión (Steven McRae) con un gran número de tap, muy divertido y espectacular.
LO MALO
Dirección:
Recuerdo haber visto la película de Tom Hooper, Los Miserables (2012), y haber pensado lo mismo que comentaré a continuación. En aquel momento mi crítica fue silenciosa, ya que Hooper tuvo muchos más aciertos que errores, entre ellos Anne Hathaway que era evidente sería una fuerte contendiente al Oscar (ganadora) y Eddie Redmayne con una gran y memorable escena. Sin embargo, también fue una adaptación con fuertes opiniones encontradas. Hoy en Cats su error de dirección fue aún más claro: dirigir sin priorizar la composición musical.
Como cualquier soundtrack que acompaña a las escenas en una película nace a partir de lo que se ve en la pantalla, cuando se hace al revés, una película en donde la música es la pauta, es ella la que debe guiar la dirección, de lo contrario tienes una película mal musicalizada o escenas mal dibujadas. En Cats, Tom Hooper vuelve a cometer el mismo error de buscar una dirección realista, ante musicales cargados de dramatismo y teatralidad en su propia composición (Los Miserables y Cats). Las partituras, creadas por los mismos compositores en su versión teatral, dictan en cada nota, melodía, acorde, acentuación y silencio, lo que tiene que ser mostrado por los personajes para contar la historia. Y la visión del director debe de ser algo así como pintar sobre un lienzo con los colores que dicta la música, de lo contrario tendrá música de sobra o melodías sin imágenes.
Coreografía
Por otro lado, la magia de Cats en su inesperado éxito de 1981, fue la gran ausente en esta película: coreografías impactantes. Con ello me refiero a la danza teatral, que más que priorizar la técnica dancística, eleva la personificación para contar una historia. Cada movimiento de la coreografía debe ser creado para mostrar la expresión corporal felina, y
aunque esta versión coreográfica cuenta con el 3 veces ganador del Tony, Andy Blankenbuehler (Hamilton, In The Heights y Bandstand), eso no fue suficiente para proyectar una coreografía que debió impactar con soberbia y gallardía. Ambos directores, Hopper y Blakenbuehler, erran al no priorizar tomas en los acentos principales de una partitura que dicta el dramatismo que hace de un musical como Cats, uno de los más exitosos de toda la historia. Chicago, Amor sin Barreras y Hairspray, son excelentes ejemplos de grandes musicales llevados a la pantalla grande de manera acertada en este aspecto. No por su presupuesto de producción, ni por sus actores famosos, sino porque la música (principal característica en un musical) y su danza, fueron las protagonistas al momento de dirigir, editar y contar la historia.
Cast
Desgraciadamente esta segunda película de Tom Hooper, comete otro error grave al priorizar la contratación de algunos famosos, sin detenerse a considerar detalles actorales clave, como el temperamento de los personajes, en este caso de los gatos. Vemos una gata Grizabella (Jennifer Hudson) grandiosa vocalmente, pero sin el reflejo del recuerdo del glamour de un personaje con larga trayectoria o una Deuteronomy (Judi Dench) sin personificación felina mas allá de su caracterización.
Cartel
El póster o cartel utilizado en México para dar a conocer la película muestra la puerta del Egyptian Theater a punto de ser cruzada por Victoria, la gata blanca. Dicha puerta no es prioridad en la película y dista de dejar claro de qué trata Cats. Esta película sin duda busca impactar a un público joven, razón de la contratación de Taylor Swift (Bombalurina) y Jason Derulo (Rum Tum Tugger) sin embargo, elegir un cartel con nula temática o con un valor connotativo a película de terror o suspenso, puede confundir y perjudicar en el posicionamiento de la película en la mente del target.
Conclusión
La película es buena en general, divertida y emocionante la mayor parte del tiempo. Definitivamente tienes que verla y emitir tu opinión. El aprendizaje, para los que nos dedicamos al entretenimiento, es no menospreciar la labor del director de casting y no menospreciar la complejidad de un musical. Esta categoría en particular, el musical, tiene un valor de riesgo mayor que cualquier otra adaptación literaria, ya que depende de la sensibilidad y entendimiento que tenga el director de dicha música, partitura y dramatismo.
¿Podría haberle ido mejor? Definitivamente sí, pero por ahora disfrutemos y analicemos lo que nos gusta y no nos gusta de estos icónicos musicales llevados a la pantalla grande.
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