Bob Iger quiere reducir Disney vendiendo canales de televisión
(Business Insider México) -- A un año después de regresar a Disney como su CEO por segunda ocasión, Bob Iger comenzó a diseñar su plan para el gigante de los medios: puso un letro de “se vende” en su grupo de televisión, que incluye ABC, FX y National Geographic. También ha dicho que está buscando socios de contenido o distribución para ayudar a ESPN a llegar directamente al consumidor.
“En el futuro, creo que tres negocios impulsarán el mayor crecimiento y creación de valor en los próximos cinco años”, dijo en la llamada de ganancias de la compañía del 9 de agosto. “Son nuestros estudios de cine, nuestro negocio de parques y streaming. Estarán inextricablemente vinculados a nuestras marcas y franquicias”, añadió.
Wall Street ha presionado para que Disney se haga más pequeño desde que Bob Iger regresó como CEO en noviembre. El analista de Wells Fargo, Steven Cahall, defendió que la empresa dividiera ESPN y ABC en diciembre.
En la llamada de ganancias de agosto, Michael Nathanson de MoffettNathanson planteó la idea de dividir a Disney en dos compañías, una centrada en parques, productos de consumo, Disney Plus y la Propiedad Intelectual (IP) que impulsa. La otra albergaría el resto.
Durante años, se ha argumentado que las compañía de medios necesitan fortalecerse para competir con empresas como Google y Netflix. Es por ello que Discovery compró a Warner Bros y hay rumores constantes de que lo próximo será una fusión de Warner Bros. Discovery y Comcast.
El primer periodo de Bob Iger como CEO de Disney estuvo definida por las grandes adquisiciones que hizo, adquiriendo Marvel, Pixar y más. Estos movimientos ayudaron a quintuplicar la capitalización de mercado de la compañía.
Mientras tanto, Wall Street está presionando para que el streaming sea rentable. El precio de las acciones de Disney ha caído más de la mitad desde su punto máximo, a menos de 90 dólares.
Algunos piensan que al deshacerse de los canales de televisión, el objetivo de Bob Iger es reducir a Disney a las partes que serían más atractivas para un vendedor. Los analistas ven a Apple como el comprador más obvio, particularmente para un activo como ESPN.
Sin embargo, desmantelar a Disney no es tan simple. Además, Bob Iger no tiene la buena voluntad de la que alguna vez se jactó en Wall Street. Tampoco la tiene dentro de la empresa. Mucha gente fue tomada por sorpresa y desmoralizada por las conversaciones sobre ventas y los despidos a principios de este año).
El CEO no ha presentado los detalles específicos que quieren los inversionistas. Asimismo, hay demasiadas incertidumbres sobre cómo se desarrollará el futuro.
“Antes, cada vez que Bob Iger se ponía al teléfono, todo volvía a estar bien”, dijo Tim Nollen, analista de Macquarie, a Insider. “Ahora, con el estado de la industria de la televisión, no todo está bien. No es una empresa tan fácil de administrar”.
Esta es la oportunidad que los principales analistas de la industria ven para que Disney sea más eficiente, y cómo podría salir mal la estrategia de racionalización. En teoría, vender su negocio de televisión liberaría efectivo y energía para permitir que Disney se concentre en los parques temáticos, las experiencias y los estudios cuya IP los alimenta.
Para Doug Shapiro, asesor sénior de BCG y exjefe de estrategia de Turner Broadcasting System, deshacerse de las empresas en declive puede liberar a la gerencia de distracciones para profundizar en las partes de crecimiento de la empresa. Los parques y los negocios de propiedad intelectual de Disney disfrutan de una escasez que los hace valiosos. En un momento de sobrecarga de contenido, la producción impulsada por franquicias de la compañía puede volverse más valiosa a medida que las personas gravitan hacia lo familiar.
Shapiro cree que Disney podría encontrar nuevas formas de monetizar sus franquicias. Por ejemplo, a través de tecnología como NFT, el metaverso y los auriculares Vision Pro de Apple (que Disney ya está desarrollando) que brindan a las personas nuevas formas de experimentarlos.
Sin embargo, las nuevas líneas de negocios conllevan riesgos. Vender los canales puede no ser tan simple o lucrativo como Disney y Wall Street podrían esperar. Como negocios sin crecimiento, los canales de televisión de Disney que representan alrededor de un tercio de sus ingresos podrían no obtener el precio que la compañía quiere.
También será difícil separarlos del resto de la empresa. El contenido de FX alimenta a Hulu; y ABC y ESPN se benefician mutuamente al negociar los derechos deportivos y vender anuncios.
Bob Iger dijo en la llamada de ganancias que cualquier venta de los canales de televisión buscaría garantizar que Disney continúe obteniendo contenido para impulsar su negocio de transmisión. Al mismo tiempo, reconoció que existe una “complejidad” cuando se trata de separar a ESPN del negocio de televisión lineal.
Es cierto que Disney podría llegar a un acuerdo con un comprador para mantener el flujo de contenido a su streaming. Sin embargo, eso podría ser a expensas del precio de venta, explicó Shapiro a Insider.
Hablando de ESPN que pasó de ser uno de los negocios más rentables de Disney a uno de los más problemáticos, su destino es aún más incierto, con asociaciones, crecimiento e incluso una venta sobre la mesa. Bob Iger dijo que está en conversaciones con socios potenciales para ayudar a ESPN a convertirse en direct-to-consumer (DTC). Y después de decir durante su mandato anterior que no quería asociar a Disney con los juegos de azar, acaba de llegar a un acuerdo de 2,000 millones de dólares con la compañía de apuestas de segundo nivel Penn Entertainment para beneficiarse de la explosión de las apuestas deportivas. Esta sería una señal de lo desesperado que se ha vuelto Disney.
Es una alternativa de bajo riesgo para que Disney ingrese a los juegos de azar en línea. Sin embargo, en una industria hipercompetitiva, Penn tiene que diferenciar su aplicación y atraer una participación significativa a medida que se abren nuevos mercados para pagar ESPN, dijo Joel Simkins, director gerente que cubre juegos en el Grupo de Tecnología Global de Houlihan Lokey.
ESPN necesita escala y rapidez para compensar los altos costos fijos de los derechos deportivos y ayudarlo a impulsar los ingresos publicitarios a medida que cambia a un modelo DTC, escribió Ben Thompson de Stratechery en un análisis del 16 de agosto.
Thompson sugirió que los socios más obvios para ayudar a Disney a hacer esto son las grandes compañías tecnológicas. Por ejemplo, los decodificadores de TV, Roku; y proveedores de cable que podrían distribuir un DTC ESPN.
No obstante, los ingresos de los juegos no compensarán las tarifas más altas de licencias deportivas y la disminución de los ingresos que enfrentará ESPN a medida que se enfoque en el streaming, escribió LightShed Partners el 17 de agosto.
Otra solución es vender ESPN. Aunque Iger ha dicho que quiere mantener el control del canal, sus comentarios sobre la búsqueda de opciones para los activos principales de Disney han llevado a los analistas a especular que Apple podría comprar ESPN para impulsar su servicio Apple TV+, que ha agregado deportes en vivo a su oferta.
No solo Wall Street lo aprobaría, hay una historia cultural detrás de ese pensamiento. El propio Bob Iger reflexionó en sus memorias sobre la combinación de Disney con Apple.
Disney y otros gigantes de los medios tradicionales lanzaron su contenido a los servicios streaming en la prisa por copiar a Netflix, acelerando la desaparición del paquete de cable.
El problema es que el streaming no ha compensado el declive del cable. Disney ha perdido más de 10,000 mdd en su negocio de DTC, aunque esas pérdidas se han reducido a 512 mdd en el tercer trimestre. Disney ha prometido hacer que el streaming sea rentable para finales de su año fiscal 2024. Con la capacidad de producir éxitos y reconocimiento internacional, está en una buena posición para tener uno de los pocos servicios streaming imprescindibles.
Sin embargo, para llegar a la rentabilidad, Disney tiene que aumentar sus usuarios e ingresos y, al mismo tiempo, mantener baja la rotación (los desafíos operativos y de marketing que están en conflicto entre sí). El servicio streaming insignia de la compañía, Disney+, acaba de perder suscriptores en Estados Unidos por segundo trimestre consecutivo.
Por lo tanto, Disney está siguiendo el libro de jugadas de Netflix al tomar medidas enérgicas contra el uso compartido de contraseñas y aumentar el precio de sus niveles sin publicidad para empujar a las personas a su producto con publicidad. Este tiene el mayor potencial de escalar y puede reducir la rotación manteniendo el precio de suscripción bajo.
En octubre, costará 13.99 dólares mensuales obtener Disney+ sin anuncios, el doble de lo que se lanzó en 2019. Mientras tanto, la suscripción con anuncios permanecerá en 7.99 dólares mensuales.
La experiencia de Netflix ha sido alentadora. Su versión con anuncios ha generado más ingresos por usuario que su nivel estándar sin anuncios, y las suscripciones se dispararon después de que entró en vigor su medida contra compartir contraseñas.
43% de las suscripciones a Disney+ en el segundo trimestre de 2023 se realizaron en planes con publicidad, informó la firma de medición de suscripciones Antenna. Aún así, la base de suscriptores con anuncios para ambos servicios sigue siendo demasiado pequeña para ser una compra significativa por parte de los anunciantes.
Las plataformas streaming han buscado atraer nuevas audiencias expandiéndose internacionalmente. No obstante, para hacerlo tendrán que invertir mucho en contenido en el idioma local, lo cual es costoso.
Los ingresos por usuario son generalmente más bajos fuera de Estados Unidos, por lo que Iger dijo que Disney sería más selectivo sobre los mercados extranjeros que prioriza.
El 2024 traerá algo de claridad al negocio streaming de Disney. Se espera que la compañía adquiera la participación minoritaria de Hulu de Comcast. Algunos analistas creen que podría ayudar al negocio desde una perspectiva de contenido, marketing e ingresos publicitarios.
Bob Iger afirmó que está comprometido con la propiedad total de Hulu. Por otro lado, en lugar de pagar el mínimo de 9,000 mdd por la participación de Comcast, analistas argumentan que sería mejor que Disney se deshiciera de Hulu en lugar de redoblar la costosa batalla para intentar igualar a Netflix.
El director financiero interino de Disney, Kevin Lansberry, dijo en la llamada trimestral de resultados de agosto que la compañía está bien preparado para hacer el trato, con 11,500 mdd en efectivo, alrededor de 10,500 mdd en instrumentos de deuda, más flujo de efectivo futuro.
En resumen, hay muchas preguntas sobre cómo llegará Disney a ese lugar simplificado.
“No soy nada negativo sobre el éxito de Disney a largo plazo”, dijo Nollen. “El negocio streaming con ESPN que va directamente al consumidor puede generar muchas suscripciones y, con suerte, ser un contribuyente positivo a las ganancias”, agregó. “Y un fuerte negocio de parques y consumidores lo alimenta, esa es una combinación bastante poderosa. Pero hay mucha incertidumbre”.
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